Estamos en pleno apogeo de la temporada de bodas.
No vamos a darle vueltas al protocolo puesto que hay expertos en ello pero, sería bueno, incluso recomendable que nos dejásemos llevar por la naturalidad y el sentido común.
Partiendo de la base de que a la novia nadie le » va a hacer sombra» puesto que nadie va vestida de novia más que ella, no vemos ningúna traba en vestirnos de corto, de largo de pantalón, de blanco, de nude, de vainilla, de negro, etc… En general las trabas están en nuestro esquema mental o en «dimes y diretes» bastante decimonónicos.
Y dicho lo cual os invitamos a vestiros espléndidas, guapas, requeteguapas, sencillas, naturales, como querais. Un abanico maravilloso a vuestros pies.